Frixon Angelo. Recuerde ese nombre, porque es posible que usted vuelva a verlo si Frixon lo desea. Este jovencito de 12 años de edad de Quito, Ecuador, se ha propuesto convertirse en un karateca de fama mundial. Él ya cuenta con el apoyo de muchos— entre éstos Children International—.
Frixon dice que ese ánimo de los demás le ayuda a enfocarse en las metas más grandes. Asimismo, él atribuye su éxito a Children International, a su familia y a su instructor de karate.
Frixon describe lo mucho que Children International le inspira y cómo él quisiera lo mismo para todos los niños:
Tengo cuatro hermanos. Al igual que ellos, practico karate. Soy parte de un equipo local. Mis hermanos son karatecas internacionales; son seleccionados del Ecuador. Uno de mis hermanos fue campeón panamericano.
A Frixon le apasiona el karate y espera algún día ser campeón mundial.
Mi prima me enseñó cómo entrar [a la organización]. Esperé dos años y siempre estuve con Dios para poder entrar a la fundación. Pero también me dio lástima porque mis hermanos no pudieron entrar y otras personas tampoco. Igual, agradezco estar [en Children International]. He conocido a grandes personas como la gente de la fundación Children International.
Los programas como Aflatoun (el programa de educación social y financiera de Children International). Ahí fue donde viví mi mejor experiencia con mis amigos. La fundación me apoya en todo; me da útiles escolares, zapatos, en todo.
El maestro de karate de Frixon es alguien importante en su vida, ya que siga apoyando firmemente a su joven alumno.
Mi entrenador de karate, Hernán Vélez. Yo lo admiro porque nos apoya a todos, pero más a mí porque soy uno de los mejores alumnos. Tuve un campeonato hace una semana. Como dice un refrán: “No es mejor profesor el que sabe más, sino aquel que hace que el alumno aprenda más”.
Es como una cadena. Todos hacemos un grupo y nos cogemos de las manos. Después, cada uno se va soltando, va desarrollando su inteligencia, su crecimiento y su poder de superarse, también en cuerpo y alma.
Como dice un refrán: “No a las drogas y sí al deporte, sí al estudio”. No quiero pensar en caer en las drogas, ni tampoco quiero que mis hermanos caigan en eso o ninguna otra persona. Yo quiero ser una persona grande reconocida por el Ecuador. Si no alcanzo hacer reconocido por el mundo, por lo menos por mi país o mi provincia.
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