El poder de UNO: Todos somos piezas de un rompecabezas

Elizabeth Ramirez, agente de nuestro Equipo de Atención al Padrino, nos muestra cómo cada persona tiene un rol en la transformación de un niño. Además de trabajar para Children International, Elizabeth también apadrina un niño. Ella nos cuenta lo mucho que a su familia le gusta corresponder con su niño apadrinado en Ecuador.

P: ¿Qué te gusta de trabajar aquí?

Me encanta venir al trabajo sabiendo que estamos aportando a un cambio. Antes trabajaba en ventas, que me gustaba hacer, pero el ser parte de un equipo que efectúa un cambio positivo en el mundo es algo especial.

P: Cuéntanos sobre ti. ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

He vivido en Kansas toda mi vida. Mi tiempo libre me gusta pasarlo con mis hijos, caminar por los senderos del Arboreto en Overland Park, ir a conciertos y viajar.

P: ¿Qué es lo que más te gusta de ser madrina?

Mi familia apadrina un niño de 9 años de edad llamado Sebastián, quien vive en Guayaquil, Ecuador. Nos encanta ver lo mucho que ha crecido en las fotos que recibimos cada año, pero lo que más nos gusta es la relación que hemos formado a través de las cartas que nos enviamos. Él usualmente nos cuenta sobre sus partidos de fútbol o eventos escolares recientes. Sabemos que recibe aliento de nuestro personal y voluntarios, pero siempre le decimos que estamos muy orgullosos de él y que siga saliendo adelante. Es un niño realmente dulce. ¡Nos encantaría visitarle algún día! Tal vez juguemos fútbol con él.

P: ¿Qué significa para ti la frase “desencadenemos el poder de (cada) UNO?

Children International está implementando un cambio que requiere de la ayuda de todas las personas involucradas con la organización. Para que haya un cambio, necesitamos tener fe, participar y mantenernos enfocados. Digo nosotros, porque incluyo a los apadrinados, sus familias, los padrinos, los empleados y voluntarios de Children International en todo el mundo, además del resto del equipo en Estados Unidos. Individualmente, tenemos el deseo de ver este cambio, pero al trabajar juntos, cada UNO de nosotros tiene el poder de hacer dicho cambio realidad.

Todos somos piezas en el rompecabezas que ayudará a que los niños y jóvenes apadrinados sean saludables, educados, empleados y empoderados para que puedan romper el círculo vicioso de la pobreza. A fin de cuentas, es un efecto circular.

Lea más información sobre el poder de (cada) UNO y cómo usted puede unirse al movimiento.