La historia de Katalina: Volviendo al punto de partida

Cuando empoderamos a las niñas para que realicen su potencial, hacemos del mundo un lugar mejor. Katalina Yambao es prueba viviente de ello.

Durante una visita reciente a nuestra sede en Kansas City, Katalina (28 años) nos habló sobre sus dos niños apadrinados. Ella apadrina a Kamil, en India, y a Danielle, quien vive en México.

Pero lo que hace que su caso sea único es que Katalina misma fue una joven apadrinada.

Entonces, ¿cómo termina una joven que creció en una situación de pobreza en las Filipinas dando clases en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y apadrinando a dos niños?

La historia comienza en un barrio marginal en la ciudad de Manila …

La lucha por sobrevivir

Katalina recuerda que de niña ella estaba rodeada de alcoholismo, drogadicción y crimen. “Mis cinco hermanos y yo tuvimos que luchar a diario para sobrevivir”, dice ella.

El padre de Katalina era barbero. Él luchó constantemente para sustentar a su familia, y su hogar—un chiquero modificado con paredes y techo—no les brindaba suficiente protección contra el clima.

Valentía para superarse

De niña, a Katalina se le hizo difícil asistir a la escuela, pero el apoyo y la motivación que recibió de su padrino y de los programas y el personal de Children International le dieron la valentía para seguir adelante y buscar una vida mejor.

En 2003, cuando tenía 13 años de edad, Katalina estaba aprendiendo a ser una líder en los programas juveniles de Children International.

“El ser apadrinada me dio la esperanza de poder superarme”.

Katalina ingresó al programa de CI a los 6 años de edad. En breve, el mensaje de aliento de su padrino le ayudó a progresar. “Comencé a creer que yo era querida, por mi padrino y por Dios”, añade Katalina.

Una transformación total

Con la secundaria a punto de empezar, Katalina comenzó a florecer. Su participación inicial con varios programas juveniles de CI le ayudó a sentirse segura de sí misma. Ella se volvió más extrovertida y asumió el papel de mentora de sus pares y otros niños.

“A través de estos programas”, dice Katalina, “conocí a mucha gente diferente y aprendí de sus experiencias. Descubrí un deseo genuino de mejorar mi vida y aprendí cómo hacer realidad ese deseo”.

A medida que se acercaba su fecha de graduación, Katalina ansiaba avanzar a la universidad. Los ingresos limitados de su familia le imposibilitaban ese sueño, pero gracias a sus excelentes notas académicas y el apoyo de CI, ella logró ganarse una beca HOPE (Habilidades y Oportunidades Por medio de la Educación). Este apoyo incrementó cuando Katalina se integró al equipo oficial de tenis de mesa de la Universidad de las Filipinas.

Regreso al punto de partida

2009, Katalina sacó su licenciatura en Educación Primaria. Hoy trabaja de maestra de educación especial en Dubai, EAU.

Debido al poder transformador del apadrinamiento que ella misma vivió, Katalina se convirtió en madrina de dos niños —Kamil y Danielle—. Ella conoció a Kamil en persona en 2015, en Delhi, India.

Katalina se toma un selfie durante su visita a la India.

“El apadrinamiento me enseñó a dar gracias por lo que tengo”, dice Katalina, “y a mostrarle gratitud a la gente que me apoyó. Aun cuando no tenía nada, sentía esperanza de que todo saldría bien y que un día incluso yo cambiaría la vida de alguien más”.

Todo resultó bien. Y hoy se está convirtiendo en un efecto en cadena. Ahora Katalina está transformando la vida de dos niños.

Al compartir su historia en nuestra oficina en Kansas City, Katalina sonrió al pensar cómo su vida había girado por completo. “Puede que uno piense que es una pequeña cantidad, pero provoca un impacto enorme”, dice Katalina. “¡Ellos podrían ser las próximas Katalinas en los próximos 5 a 10 años!”.

Fotos por Shane y Katalina.

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