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Rusty, de 13 años de edad, se describe como una “joven sencilla con intereses sencillos en la vida”.
No obstante, ella sabe que las oportunidades que tiene como apadrinada por medio de Children International ampliarán sus horizontes enormemente.
Conozca más acerca de esta amante de la lectura y el impacto que Children International está teniendo en su vida.
Actualmente curso el séptimo grado en la región de Bícol en las Filipinas. Me encanta leer. Me encanta escribir poesía. También estoy en el cuadro de honor de mi clase. Cuando estoy en casa, me gusta pasar tiempo con mis hermanos menores jugando bádminton. Asimismo, ayudo a mi tía y a mi mamá con los quehaceres del hogar, como lavar los platos. Me gusta también jugar boliche. Siempre me divierto con mis amigos cuando hacemos chiste de todo, como programas graciosos que vemos en televisión.
Padres voluntarios estaban haciendo visitas a las comunidades [cuando yo tenía 5 años de edad], y tuve la dicha de que me dieran la oportunidad de incorporarme al programa de apadrinamiento. Me siento feliz de estar en el Programa de Children International, porque recibo beneficios de mi madrina y puedo participar en algunas de las actividades, como las del Consejo Juvenil y el Cuerpo de Salud de Jóvenes.
Me encanta escribir cartas a mi madrina. Me gusta contarla sobre mis experiencias felices en la escuela así como las grandes oportunidades que CI me ofrece.
Me siento feliz de que siempre estoy en el cuadro de honor; quiero que mi madrina se sienta orgullosa de mí porque me va bien en la escuela.
He aprendido a valorar cada instante y cada beneficio que recibo porque sé que me graduaré del Programa cuando cumpla 19 años. Estando en el Programa, trataré de desarrollar mi potencial y pulir mis habilidades para ser una persona próspera el día de mañana.
Mi tía Clarissa es quien admiro muchísimo, porque ella siempre ha estado presente para apoyar y aconsejarme. Ella es quien me empuja constantemente a tener un buen desempeño académico y a participar en actividades comunitarias. Ella ayuda a mi familia con necesidades básicas, a pesar de también sustentar a su propia familia. Ella se encarga de mis requisitos escolares y me apoya con las tareas.
Significa que todos tenemos el potencial de contribuir al desarrollo de nuestra sociedad, siempre y cuando estemos dispuestos a ayudarnos mutuamente incluso en las maneras más sencillas. Es la afirmación del potencial de cada uno de nosotros lo que nos inspira a superarnos en la vida.
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