La niñez de Vicky estuvo llena de incontables desafíos. Su casa no le protegía bien contra el clima y ella dormía en condiciones húmedas. Como consecuencia, esta dulce niña pasaba enferma y sin señal de mejoría.

Vicky tenía grandes sueños, entre ellos ser piloto. Sin ayuda estos sueños parecían imposibles; era una constante lucha simplemente mantenerse saludable.

Luego, alguien como usted apadrinó a Vicky. Desde ese punto, su vida cambió.

Vicky recibió la atención médica que necesitaba con urgencia. También recibió apoyo escolar y adquirió confianza en sí misma para perseguir sus sueños. Gracias al apadrinamiento, Vicky hoy es una persona saludable y alegre. Ella es prueba viviente de que el apadrinamiento sí funciona.