
Christina Becherer
DIRECTORA GLOBAL SENIOR de ALIANZAS ESTRATÉGICAS
Christina Becherer es una líder experimentada en desarrollo internacional y acción humanitaria, con más de 18 años de experiencia en el diseño y la gestión de alianzas en todo el mundo. Además de desempeñarse como Directora Global Senior de Alianzas Estratégicas en Children International, Christina actualmente forma parte de la junta directiva de Partnership for Quality Medical Donations (PQMD).
En mi función de Directora Superior de Alianzas Estratégicas en Children International, a menudo participo en espacios y conversaciones que me recuerdan cómo las soluciones más poderosas pueden surgir de la colaboración multisectorial.
Esta visión se vio reforzada para mí hace unos meses cuando visité Nueva York para asistir a reuniones que tuvieron lugar simultáneamente con la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU). El diálogo en la ONU parecía inclinarse hacia el multilateralismo, la reforma y la resiliencia, pero lo que escuché al margen fue algo más sincero: líderes mundiales expresando cansancio por reuniones que parecían más como escenarios para discursos de ventas que de auténticas oportunidades para marcar una diferencia. Era palpable un creciente deseo de trabajar juntos, compartir abiertamente y resolver problemas juntos, y una nueva verdad estaba tomando forma: la idea de que las organizaciones deben competir —por financiación, visibilidad e influencia— no solo está obsoleta, sino que obstaculiza activamente el progreso.
Es maravilloso ver que dentro del desarrollo global el instinto natural de competir por los recursos está dando paso a esta comprensión más profunda de que debemos trabajar juntos para realmente acelerar el progreso y el impacto. Esta no es solo una postura filosófica. Es una postura estratégica basada en la experiencia. Durante mi reciente viaje a Zambia en representación de Children International, presencié de primera mano cómo la unión de fuerzas puede generar soluciones que ningún actor podría lograr por sí solo. Las alianzas de Children International reúnen a otras organizaciones sin fines de lucro, empresas, fundaciones, agencias gubernamentales y, lo más importante, comunidades, para abordar cuestiones críticas que afectan a los niños y las familias.
Lo que más me impresionó del trabajo que se ha podido realizar gracias a las alianzas en Children International Zambia no fue solo el éxito, sino la mentalidad compartida. Los equipos colectivos de diferentes organizaciones, tanto locales como globales, nunca se preguntaron: “¿Quién es el responsable?” ni “¿Quién se llevará el mérito?”. Todos se centraban en: “¿Cómo podemos mejorar esto juntos?”.
Eso es colaboración radical. No porque sea llamativa ni disruptiva, sino porque se basa en la humildad y un propósito compartido.
Es la valentía silenciosa de decir: “No tenemos todas las respuestas, pero estamos dispuestos a buscarlas juntos”. Esa mentalidad no solo impulsa los proyectos, sino que transforma nuestra definición de liderazgo, responsabilidad e impacto.
De vuelta en Nueva York, la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas se hizo eco de este sentimiento a su manera. La Iniciativa ONU80, con su impulso a la reforma y la eficiencia operativa, es un reconocimiento de que las viejas formas de trabajar —fragmentadas, duplicadas y competitivas— ya no van a mover la enorme aguja. La propia declaración de Zambia ante la Asamblea General subrayó la necesidad de una inclusión genuina y de un sistema multilateral más receptivo, especialmente para los países cuyas voces han sido marginadas durante mucho tiempo.
En materia de desarrollo y alianzas, a menudo hablamos de innovación, escala e impacto, pero rara vez hablamos de la arquitectura emocional que hace posibles esas cosas: la confianza, la apertura y la voluntad de dejar de lado el ego. La colaboración radical exige que desmantelemos los muros invisibles que hemos construido entre sectores, entre organizaciones e incluso dentro de nuestros propios equipos. Nos exige dejar de medir el éxito por lo que controlamos y empezar a medirlo por lo que aportamos.
La financiación y la visibilidad son absolutamente fundamentales. Sin embargo, lo que define nuestro liderazgo es lo que decidimos destacar y cómo compartimos el escenario. Cuando la directora ejecutiva de Children International, Susana Eshleman, habló en la Cumbre Anual Concordia (que tuvo lugar en Nueva York durante la AGNU 80), no solo representó a Children International; también elogió a nuestros socios y destacó el ecosistema que hace posible nuestro trabajo. Ese tipo de visibilidad genera confianza e impulsa la transformación.
Porque el futuro del desarrollo lo moldearán aquellos que estén dispuestos a escuchar atentamente, construir con audacia y liderar colectivamente. dejemos de competir por el impacto. Empecemos a colaborar para lograrlo. Porque el futuro del desarrollo lo moldearán aquellos que estén dispuestos a escuchar atentamente, construir con audacia y liderar colectivamente.
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