Cómo los derechos humanos y la reducción de pobreza están conectados

Reflexiones de Liderazgo – DICIEMBRE DE 2019

Susana Eshleman

Susana Eshleman
PRESIDENTA Y DIRECTORA EJECUTIVA

“En fin, ¿dónde comienzan los derechos humanos universales? En los lugares pequeños, cerca del hogar… tan cerca y tan pequeños que no son visibles en un mapa del mundo. Sin una acción coordinada por parte de los ciudadanos para mantenerlos cerca del hogar, tendremos que buscar en vano el progreso a nivel mundial”. – Eleanor Roosevelt

Estas palabras de la ex primera dama de Estados Unidos aún son relevantes a medida que marcamos el septuagésimo primer aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos (UDHR). Sus palabras me hacen pensar sobre los derechos humanos dentro del contexto de la labor que Children International y sus contribuyentes hacen posible para los niños vulnerables en todo el mundo.

Tengo el privilegio de liderar esta organización humanitaria internacional. Ayudamos a más de 200 mil niños en 10 países a superar la pobreza a través de programas enfocados en la salud, la educación, el empoderamiento mediante habilidades para la vida y el empleo.

Puede que la conexión entre los derechos humanos y la disminución del índice de pobreza no sea inmediatamente aparente, pero es sumamente importante por un motivo muy sencillo: cuando una persona conoce sus derechos, ella tiene mayor probabilidad de ejercerlos —pero también de exigir y defenderlos cuando sea necesario—. El sembrar conciencia de los derechos humanos básicos, y cultivar la autoestima y las habilidades prácticas necesarias para afirmarlos, son elementos fundamentales del programa de empoderamiento de Children International.

El empoderamiento es uno de los cuatro pilares de nuestra estrategia para erradicar la pobreza infantil. Para medir nuestro progreso, nos enfocamos en las dos siguientes áreas clave: “Habilidades para la vida” y “Responsabilidad social”.

Ya sea fomentar hablidades de vida importantes como el trabajo en equipo y la empatía por medio del deporte organizado, el proporcionar oportunidades para la expresión individual por medio de programas de arte, o enseñar habilidades de liderzago y promover proyectos para mejorar comunidades dirigidos por los jóvenes, nuestro programa de empoderamiento crea cambio duradero y significativo. También usamos un currículo comprobado creado por socios como Aflatoun, el cual brinda a los niños y jóvenes educación social y financiera, incluyendo lecciones sobre su derechos y sus responsabilidades como ciudadanos del mundo.

Nuestro personal en la República Dominicana compartió uno de mis ejemplos favoritos del empoderamiento juvenil. Durante un foro comunitario realizado para ampliar el acceso a atención médica de calidad, los delegados de varias instituciones, entre ellas el gobierno local y miembros de la comunidad, se reunieron para discutir los problemas. Enmanuel, de 18 años en aquel tiempo, había pasado por nuestro taller de Liderazgo Juvenil y era el único joven representante en el foro. El coordinador del área para el Servicio Nacional de Salud habló y, según recuerda Enmanuel, “Ella dijo que nos haría el favor de gestionar los medicamentos del gobierno. Ella dijo que vería qué se podría hacer".

Enmanuel, de manera respetuosa pero firme, se puso de pie y dijo:

“Gracias, pero quiero aclarar que no estamos pidiendo un favor; estamos exigiendo lo que es nuestro por derecho”.

Debido a que la atención médica universal está dentro de la constitución de la República Dominicana, Enmanuel simplemente hablaba basado en los hechos. Entonces es alentador cuando jóvenes en situaciones de desventaja encuentran la confianza para encontrar su voz y defender sus derechos y los de los demás.

La historia de Enmanuel resalta la importancia y la eficacia del empoderamiento, así como también la potencia que genera conocer nuestros derechos. Cuando los jóvenes son equipados con el conocimiento de sus derechos humanos básicos, y se les enseña cómo esos derechos requieren ser protegidos y cómo ellos son responsables por cambiar sus propias vidas y las de las personas a su alrededor, estos jóvenes crean un mundo mejor para todos.

Eleanor Roosevelt, con un cartel de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. ©Wikimedia Commons

Al celebrar este logro relacionado a los derechos humanos, veo cómo pequeños cambios pueden convertirse en grandes olas de transformación. Esto aplica a un nivel individual y a uno sociopolítico más grande. A pesar de tener una presencia influyente y duradera en las comunidades a las que atendemos, y a veces trabajamos con gobiernos para mejorar estas áreas, no siempre es nuestro deber desafiar las dinámicas estructurales y gubernamentales que pueden perpetuar la pobreza, tal como políticas económicas o educacionales.

Sin embargo, los ciudadanos de esos países, al empoderarse y recibir la oportunidad, pueden convertirse en agentes de un cambio positivo y extenso. Encuentro inspiración en las historias de los niños y jóvenes que llegan a representar el empoderamiento. Ellos me motivan a asegurarme de que todos estemos haciendo lo posible para brindarles las herramientas que necesitan para realizar su potencial.

Así, tal como lo supuso elocuentemente la Sra. Roosevelt, si podemos promover los derechos humanos universales en los lugares pequeños, cerca de nuestros hogares, ESO equivale a promoverlos en el mundo entero. Y cuando a los niños se les enseña maneras de realizar su potencial, ellos también son empoderados para toda la vida.

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