El tejido de la vida

Estas dos jóvenes representan la firme determinación de los jóvenes apadrinados

El Día del Trabajo está por llegar, ese día del año en que la mayoría de nosotros dedica un momento para reflexionar sobre… la clausura de las piscinas y el único día feriado entre el Cuatro de Julio y el Día de Acción de Gracias.

La verdad es que no honramos el Día del Trabajo como deberíamos. Es tiempo de reflexionar sobre cómo nuestra mano de obra ha contribuido al éxito de nuestro país. En 1894, cuando se creó este feriado nacional, los estándares de seguridad y los derechos del trabajador eran en su mayoría ignorados, y el morir trabajando era un riesgo que valía la pena tomar para sustentar a su familia.

Es una situación similar en muchas comunidades marginadas, incluyendo en las que trabaja Children International. La pobreza juvenil en particular es muy común, ya que los niños de escasos recursos no tienen las habilidades o los contactos para tener oportunidades de encontrar empleo.

Usted está cambiando ese ciclo. Así que este Día del Trabajo, celebremos la iniciativa y aplomo de las jóvenes como Viviana e Iris, dos graduadas de nuestro programa Hacia el Empleo en Guayaquil, Ecuador. Las dos trabajan en una empresa distribuidora de tela con la que Children International tiene un acuerdo de contratar a graduados calificados.

A Viviana le gusta atender a los clientes y fortalecer sus destrezas laborales. 

Este trabajo se acopla bien a Viviana, una costurera talentosa. Por el momento ella trabaja en el departamento de cortinas y tapicería, pero espera algún día poder abrir su propio negocio. Lo que sí es seguro es que ella ya tiene sus planes bien trazados. “Mi sueño es tener una tienda de moda”, dice ella. “La tela no es cara, pero la ropa sí lo es. Por ejemplo, una blusa puede costar US$20 y la tela para hacerla $3. Si la coso yo misma, puedo abrir mi propio negocio”.

Luego tenemos a Iris, quien a los 19 años de edad es la única fuente de sustento de su familia. Su padre sufre de una enfermedad sanguínea y no puede trabajar, y su madre se queda en casa cuidando de sus tres hermanos menores. Ella es tímida por naturaleza, pero está adquiriendo confianza al interactuar con sus clientes.

Iris nos comparte acerca de lo que ha aprendido por medio de Hacia el Empleo: “Hoy en día, los jóvenes deben hacer el máximo esfuerzo en su primer trabajo, ya que no tenemos experiencia laboral previa. Al principio, hay que tener paciencia con los demás y con nosotros mismos. Lo otro es que venimos aquí a trabajar con otras personas. Este es un ambiente social con personas diferentes y necesitamos respetarnos uno al otro”.

Lo que cada padre quiere para su hijo —lo que cada padrino y madrina quiere para su apadrinado— es que tenga felicidad y éxito en la vida. Por eso nos enfocamos tanto en la preparación laboral y los programas de habilidades de vida como Hacia el Empleo. Los jóvenes que trabajan duro y tienen fe en sí mismos necesitan a alguien que también crea en ellos. Esto es precisamente lo que usted está haciendo al simplemente leer este blog y reconocer sus logros. ¡Se lo agradezco!

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