- Liderazgo intelectual
El año pasado estuve en Delhi, India, y tuve la oportunidad de visitar el centro comunitario Bawana de CI-Delhi. Fue una experiencia verdaderamente reveladora que siempre recordaré. El ver a los niños sonreír y ser testigo de la gran labor que realiza Children International fue absolutamente asombroso. Es surreal y conmovedor saber que los niños y jóvenes del centro Bawana comenzaron sin nada pero ahora reciben educación y atención médica.
Los niños y jóvenes que asisten al centro comunitario en Bawana estaban tan felices y emocionados de estar ahí que yo no podía dejar de sonreír. ¡Esa alegría era contagiosa! Además de su positivismo, los niños fueron de lo más dulces y considerados al regalarme artesanías que valoraré por el resto de mi vida.
Anika (de rojo) conoce algunos de los apadrinados del centro comunitario Delhi-Bawana.
Al recorrer el centro, vi algunos niños cerca del refrigerador de agua que estaban encantados de poder beber agua filtrada. Nos dijeron que cada vez que esos niños vienen al centro, usan el baño para lavarse las manos, caras, brazos, etc., porque para ellos los baños limpios con agua corriente son un lujo. De lo contrario, tendrían que usar baños públicos, los cuales cuestan dinero y son antihigiénicos.
El hecho de que estos niños se emocionarían tanto de recibir algo tan básico como agua me recordó que debería dar gracias por las cosas sencillas en la vida, porque no todos nacemos privilegiados. Estos niños empezaron en la pobreza y hoy cuentan con muchas oportunidades y futuros prometedores gracias a Children International.
Mi recorrido del área afuera del centro comunitario Bawana fue otra experiencia reveladora. Había muchas viviendas deterioradas, edificios viejos de calidad inferior. Sin embargo, me enteré de que estas viviendas son de “mejor calidad” y sus habitantes gozan de mejores condiciones de vida que otros sectores de Bawana.
Empleados y apadrinados de Children International han apoyado con la renovación de este espacio de recreo que antes era un vertedero.
Los niños y jóvenes que reciben ayuda en el centro viven en peores condiciones. El simple hecho de saber que existe mucha gente pobre en la India fue el aspecto más aleccionador de mi visita. Las condiciones que muchos considerarían humildes son, tristemente, un lujo para los residentes de Bawana.
En total, fue una experiencia totalmente sorprendente y me enseñó que la pobreza no es un tema que se debe tomar a la ligera; es un problema enorme que afecta a millones de personas todos los días, y no solo en Bawana, sino también en otras partes del mundo. Aunque el mundo está lejos de estar libre de la pobreza, Children International sigue transformando y mejorando la vida de los niños y jóvenes e impactando al mundo.
Los niños a quienes se les diagnostica desnutrición visitan el centro comunitario para recibir comidas nutritivas.
Estando en el centro, vi varios programas en acción y conocí algunos de sus coordinadores. Vi niños desnutridos recibir fruta y huevos, para darles fuerzas y mantenerles saludables. Vi un pequeño en la clínica dental, donde un dentista le revisaba los dientes. Vi adolescentes tomando clases de formación laboral. Admiré las obras de arte de los apadrinados en la biblioteca. También vi una clase para adultos voluntarios. Todo parecía operar sin percances. Es obvio que Children International trata de atender al mayor número de niños y jóvenes necesitados posible.
Uno de los mejores aspectos de mi viaje fue poder conversar con los apadrinados. Quedé asombrada de lo inteligentes y animados que son, a pesar de los muchos problemas que enfrentan en sus vidas.
No importa que tan difíciles sean sus situaciones, estos niños y jóvenes mostraban un optimismo con respecto a sus futuros. Una de ellos dijo que quiere ser médico cuando sea grande, mientras que otro dijo que quiere ser maestro.
Al ver a estos niños me di cuenta de que ellos podrían ser buenos modelos de conducta para los demás —porque viven en la pobreza, sufren posible abuso físico o mental, violencia doméstica y mucho más—pero aún logran enfrentar la vida con una sonrisa. ¡Son realmente valientes! Así que la próxima vez que uno se sienta frustrado de no poder comprar esa camiseta o copa de helado tan deseados, recuerden lo afortunados que somos de simplemente contar con un techo que nos protege. ¡No todos son tan afortunados como nosotros!
El haber visitado Bawana también me ayudó a entender cómo funciona Children International, en qué se enfoca y cómo sus programas ayudan a los niños y jóvenes. El centro Bawana actualmente atiende a unos 5,400 niños necesitados. Este centro es operado por un pequeño personal y más de 250 voluntarios.
Los apadrinados no son simplemente agrupados y reciben los servicios. Más bien, Children International evalúa las necesidades únicas de cada niño y les ofrece servicios aptos para su necesidad en particular. A medida que sus necesidades cambian, los niños son inscritos en programas diferentes.
Esta niña visita un médico en la clínica médica Thomas Andersen ubicado en el centro comunitario Delhi-Bawana para recibir su chequeo anual.
La organización sigue enfrentando obstáculos. Cuando pregunté si el personal o el centro enfrentaban retos, me dijeron que les era bastante difícil hacer que los padres sin educación formal comprendieran cómo el centro puede beneficiar a sus hijos. Estos padres de familia a veces no entienden por qué sus hijos “pierden tiempo” en el centro en vez de estar ganando dinero o haciendo tareas del hogar.
Aun cuando los niños tienen permiso de visitar el centro, estas visitas pueden ser esporádicas, ya que sus familias a veces se mudan a otro lado durante meses o incluso un año. Las malas condiciones de las calles son otro problema que a veces afecta la entrega de suministros o a la gente que visita el centro.
Tristemente, también hay casos de violencia doméstica que afectan a los niños. El personal de CI reporta estos casos y colabora con las autoridades locales para disminuir estos casos y garantizar la seguridad de los niños.
Estos jóvenes tomaron un breve descanso después de ensayar para una presentación de concienciación sanitaria que realizarán en el centro comunitario para posar para una foto.
A pesar de estos retos, podía ver que los empleados y voluntarios están realmente comprometidos a ayudar a estos niños de escasos recursos y no dejan que dichos retos les desalienten.
Desde que visité, me siento más motivada que nunca a ayudar como partidaria de la labor de Children International. Recordaré este viaje y la valiosa información y lecciones de vida que me dio. ¡Volveré a visitar el centro cuando regrese a la India!
Comentarios
carolynhat
may 26, 2016
Great story, thanks for sharing!
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